miércoles, 2 de febrero de 2011

La belleza que no habla

Hay bellezas que no dicen nada.

Unos ojos claros.... una boca bien perfilada.... unos pómulos altos.... una nariz respingona.... unas cejas bien dibujadas... una frente proporcionada.... Según los cánones estéticos esas características dan forma a la belleza, que con números y todo se relaciona en la Divina Proporción... suena hermoso hasta el nombre, ¿no?.

Proporción a la que estamos atados desde muchos puntos de vista. Vivimos con ella sin saberlo; algunos la estudian, otros la practican, los menos la entienden... la mayoría la desconocen. Desde lo más grande a lo más pequeño. Todo guarda una proporción cuyo origen se nos escapa. Sin duda divina... y misteriosa.

Pero... ¿por qué hay bellezas que no dicen nada? ... Porque seguramente en el fondo, nos parece bello lo que tiene alma, lo que contagia, lo que expresa, lo que siente, lo que perdona.... Cada rostro es una historia.... y cada historia embarga, asusta, promete, alegra, entristece... o deja indiferente... Y es que bajo la belleza y el concepto estético, se esconde la emoción, que es quien finalmente juzga.

“ Un rostro bello, moldeado a cincel, como si de una pieza de mármol se tratara. Frío e inalcanzable. La miro de soslayo, la imagino, la intuyo... pero no la alcanzo. Un rostro sin historia... o con cualquier historia.”