domingo, 26 de febrero de 2012
Matemáticas y Arte, genialidad.
Cristóbal Vila ya me sorprendió con su anterior corto de animación en el que trataba el tema del número Phi o la Proporción Áurea. Después de ver este nuevo trabajo recién publicado, ya no me cabe duda de que pasa a ser parte de ese Club particular en el que Escher precisamente, ocupa un lugar destacado, junto con otros misteriosos artistas, científicos y escritores que tejen ( o destejen ) tramas que guardan secretos sólo al alcance de unos pocos privilegiados.
Es un corto que merece la pena ver, dura poco, lamentablemente... podría perderme infinitamente entre sus geometrías, mosaicos y realidades paralelas... como en un agujero de gusano que nos lleva a otra dimensión.
Decía Escher: "El caos está presente por doquier, de muchas maneras y formas, mientras que el orden sigue siendo un ideal inalcanzable"... quién sabe.
Más abajo, el enlace al vídeo.
http://vimeo.com/36296951
martes, 14 de febrero de 2012
Amor, piel, deseo, sensualidad...
En el día de los enamorados.
Nunca he celebrado este día; como dicen algunos/as, me parece más el día de El Corte Inglés... y para celebrar el amor, es bueno cualquier día y cualquier momento.
Pero, voy a hacer mi particular homenaje al enamoramiento, a esa parte del amor que es el que se celebra hoy, el amor de la piel, de contacto, del sudor y del deseo.
" En los procesos de seducción a través de lo táctil, el cuerpo viste dos metros cuadrados de piel que son frontera superficial y, al mismo tiempo, abismo y resorte hacia profundidades imaginarias del ser. Zona fluctuante que anima la pulsión erótica. Envoltura y manto protector que, sin embargo, representa lo más profundo. La experiencia de lo táctil revela sensaciones y es detonante del deseo.
Desde el contacto y exploración de la piel del otro nos aproximamos al mundo de los pozos de entrada y salida de la materia orgánica: recipientes que contienen sustancias para la gula y la lujuria, en dosis concentradas; ilusiones del cuerpo, orificios del deseo y, además, vasos comunicantes del gusto y el olfato. Estos espacios cóncavos donde se alojan algunas de las secreciones internas, determinan la impronta de cada uno de nosotros: más dulces o más salados, son los rastros que nos hacen definitivamente especiales en relación a los demás.
Somos plebeyos y carnales, sí, y afortunadamente sensuales, diríamos. Incluso esencialmente animales cuando demarcamos el territorio de la atracción a través de los fluidos corporales. "
La autora es una artista plástica cuyo nombre... no recuerdo!
Buen amor
Buenas noches
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