- Hoy he visto un hombre hermoso
- Afortunada tú! ... y ¿dónde lo has visto?
- Donde siempre veo a esa clase de hombres... en un mundo paralelo que no puedo tocar ni hacer mío. De repente aparecen, están ahí, los adoro un momento, y después se van.
- Vaya... y ¿qué hacía?
- Estaba leyendo un libro.
- Y tú lo mirabas.
- Continuamente. Sólo le veía de perfil, pero su rostro era tan delicado y viril a la vez. Han pasado los minutos sin darme cuenta.
- Mejor así. Esa clase de sentimientos sólo se disfrutan cuando son fugaces.
- Eso me recuerda a una frase que leí hace tiempo: “sólo cabe disfrutar de lo pasajero cuando estalla”, decía.
- Así es!.
- Bueno... pero imagínate que se demora un poquito... que te ve y se acerca y te susurra algo al oído... que le miras y tiene una sonrisa en los labios. Que puedes hacerle tuyo un momento!
- Después sería terrible!. Habrías acariciado el cielo para caer de un plumazo. Ni hablar. Hazme caso, es mejor así.
- Bueno, en cualquier caso se fue. Hoy he visto un hombre hermoso.
- Afortunada tú!
jueves, 29 de abril de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
Se me olvidó titularlo !... pues así queda.
Hace tanto calor que tengo que bajar el toldo para crear algo de sombra; con la puerta entreabierta entra al menos una suave brisa. El ritmo a estas horas de la tarde se ralentiza en la calle, apenas unos coches... un niño gritando en algún balcón... los pájaros que van y vienen; algunas voces que se cuentan... y yo aquí delante del ordenador, aprovechando los pocos minutos que me quedan antes de continuar la jornada.
Y las oigo de nuevo:
- ¿Alguna vez has dormido bajo las estrellas?
- Hm... no lo recuerdo... sí recuerdo en cambio algunos momentos bajo las estrellas.
- Bueno, no hace falta que seas muy explícita.
- Oh no, jaja... no te preocupes, no pensaba en algo escandaloso ni nada por el estilo. Pensaba en una noche que una amiga y yo cogimos una colcha de la cama y subimos a un pequeño monte, junto a una ermita, donde nos tumbamos a ver la lluvia de estrellas. Era verano y hacíamos el Camino de Santiago.
- Suena bien.
- Sí. Fue una bonita experiencia. Realmente no es que yo hiciera el Camino, sólo la acompañé durante unos días. Fue divertido porque algunas etapas decidimos hacerlas a dedo.. la gente se reía. Flipaban con nostras "menudo morro" nos decían cuando nos cogía algún coche... jaja...
- Claro, así también lo hago yo!
- Normal. Pero entonces era sólo cuestión de divertirse. Aquella etapa estábamos en Burgos y nos desviamos hacia Atapuerca porque queríamos ver las cuevas y el yacimiento arqueológico.
- Un sitio precioso y muy interesante, ¿verdad?
- Absolutamente. Fue genial. El sitio, la historia, el día completo... genial. Y como te digo, aquella noche había lluvia de estrellas así que decidímos salir y tumbarnos en la hierba. Estuvimos más de una hora viendo el espectáculo... una estrella tras otra, pasaban en un abrir y cerrar de ojos, otras se demoraban más... tantas estrellas allí arriba... ni te imaginas a no ser que lo hayas visto. Y todo eso acompañadas por el silencio, la paz que nos rodeaba... y aquel espectáculo. Impagable.
- Dormiste de maravila aquella noche.
- Sí... Bendita paz. Déjame decirte una cosa: No hay nada como estar en paz con una misma y con el mundo, ¿no crees?.
- Amén!
Y las oigo de nuevo:
- ¿Alguna vez has dormido bajo las estrellas?
- Hm... no lo recuerdo... sí recuerdo en cambio algunos momentos bajo las estrellas.
- Bueno, no hace falta que seas muy explícita.
- Oh no, jaja... no te preocupes, no pensaba en algo escandaloso ni nada por el estilo. Pensaba en una noche que una amiga y yo cogimos una colcha de la cama y subimos a un pequeño monte, junto a una ermita, donde nos tumbamos a ver la lluvia de estrellas. Era verano y hacíamos el Camino de Santiago.
- Suena bien.
- Sí. Fue una bonita experiencia. Realmente no es que yo hiciera el Camino, sólo la acompañé durante unos días. Fue divertido porque algunas etapas decidimos hacerlas a dedo.. la gente se reía. Flipaban con nostras "menudo morro" nos decían cuando nos cogía algún coche... jaja...
- Claro, así también lo hago yo!
- Normal. Pero entonces era sólo cuestión de divertirse. Aquella etapa estábamos en Burgos y nos desviamos hacia Atapuerca porque queríamos ver las cuevas y el yacimiento arqueológico.
- Un sitio precioso y muy interesante, ¿verdad?
- Absolutamente. Fue genial. El sitio, la historia, el día completo... genial. Y como te digo, aquella noche había lluvia de estrellas así que decidímos salir y tumbarnos en la hierba. Estuvimos más de una hora viendo el espectáculo... una estrella tras otra, pasaban en un abrir y cerrar de ojos, otras se demoraban más... tantas estrellas allí arriba... ni te imaginas a no ser que lo hayas visto. Y todo eso acompañadas por el silencio, la paz que nos rodeaba... y aquel espectáculo. Impagable.
- Dormiste de maravila aquella noche.
- Sí... Bendita paz. Déjame decirte una cosa: No hay nada como estar en paz con una misma y con el mundo, ¿no crees?.
- Amén!
martes, 27 de abril de 2010
Trascender viejas limitaciones....
Ha sido un pequeño momento de éxtasis, bajo el sol, en mi terraza rodeada de ese maravilloso “jardín” que surge cada año por estas fechas entre jardineras, tiestos y adornos... La rosa grande ya ha brotado y deja ver sus hermosos pétalos rosáceos a pleno sol. Otras le van a la zaga... Y las agradecidas margaritas, blancas en su esplendor, llenas de fuerza y alegría... un gusto dejarse mecer por la brisa en mi balcón... Y a cuenta de esto, decía yo que se ha iniciado un diálogo secreto del que he podido captar algo como esto:
- Aprovéchate... este cuerpo, este ser está ahí para ser todo lo que quiera. Puedes ser todo lo que desees.... sólo tienes que decidirlo y creértelo. La vida es tuya. En ti cabe toda la sabiduría del mundo.
- ... Si fuera así sería tan vieja como el mundo.
- Quizá lo seas...
- Sólo quizá.... A veces lo he pensado... Mira, tuve un amante al que una vez le dije que yo tenía unos 150.000 años.
- ¡¿En serio?! Y ¿por qué?
- Porque recuerdo que me gustaba mirar la luna – aún me gusta – y pensar que sigue igual que hace miles de años... millones de años. Y que es testigo de nuestra evolución...
- ¿Y?...
- Que una vez hubo una primera mujer, hace 150.000 años, que también la miró, probablemente allí lejos en Africa. Y esa luna que yo miraba era la misma que ella miraba... seguramente haciéndose muchas preguntas. Como yo me las hacía y me las hago...
- Sentías que tenías algo en común con ella...
- Así es.... una primera mujer que apenas empezaba a ser homo-sapiens, y que me transmitía toda su fuerza y coraje desde allá lejos en el tiempo.
- ... ¿y qué decía tu amante de eso?.
- Jaja... era gracioso... él era inglés, un poco dandy, un tío con clase... para algunas cosas. Y.. jaja... me decía “oh no, Ira, you don´t really think that, do you?”... estaba espantado… jaja.
- Jaja.. me lo imagino. Los hombres y su poca imaginación.
- Sí... nunca más se lo dije a nadie.
- Tampoco lo hubieran entendido.
- Seguro.
- ¿sabes una cosa?
- ¿Qué?
- Que es un placer saberse dueña de una misma.... Es algo que todas las mujeres deberíamos sentir a lo largo de la vida. Trascender viejas limitaciones y ...
- ... y expresarnos libre y creativamente... sí.
- Aprovéchate... este cuerpo, este ser está ahí para ser todo lo que quiera. Puedes ser todo lo que desees.... sólo tienes que decidirlo y creértelo. La vida es tuya. En ti cabe toda la sabiduría del mundo.
- ... Si fuera así sería tan vieja como el mundo.
- Quizá lo seas...
- Sólo quizá.... A veces lo he pensado... Mira, tuve un amante al que una vez le dije que yo tenía unos 150.000 años.
- ¡¿En serio?! Y ¿por qué?
- Porque recuerdo que me gustaba mirar la luna – aún me gusta – y pensar que sigue igual que hace miles de años... millones de años. Y que es testigo de nuestra evolución...
- ¿Y?...
- Que una vez hubo una primera mujer, hace 150.000 años, que también la miró, probablemente allí lejos en Africa. Y esa luna que yo miraba era la misma que ella miraba... seguramente haciéndose muchas preguntas. Como yo me las hacía y me las hago...
- Sentías que tenías algo en común con ella...
- Así es.... una primera mujer que apenas empezaba a ser homo-sapiens, y que me transmitía toda su fuerza y coraje desde allá lejos en el tiempo.
- ... ¿y qué decía tu amante de eso?.
- Jaja... era gracioso... él era inglés, un poco dandy, un tío con clase... para algunas cosas. Y.. jaja... me decía “oh no, Ira, you don´t really think that, do you?”... estaba espantado… jaja.
- Jaja.. me lo imagino. Los hombres y su poca imaginación.
- Sí... nunca más se lo dije a nadie.
- Tampoco lo hubieran entendido.
- Seguro.
- ¿sabes una cosa?
- ¿Qué?
- Que es un placer saberse dueña de una misma.... Es algo que todas las mujeres deberíamos sentir a lo largo de la vida. Trascender viejas limitaciones y ...
- ... y expresarnos libre y creativamente... sí.
lunes, 26 de abril de 2010
Más imágenes
De nuevo Marruecos... no pido perdón; aún lo estoy disfrutando.
Recuerdo a una mujer, que hace ya tiempo me decía: "Yo disfruto mucho los viajes; los disfruto mientras los preparo, los difruto cuando los vivo, y los disfruto después, cuando los cuento".
Pues algo así me está sucediendo a mí con el viaje a Marruecos... andaba yo sedienta de estas historias... se nota, ¿no?.
Recuerdo a una mujer, que hace ya tiempo me decía: "Yo disfruto mucho los viajes; los disfruto mientras los preparo, los difruto cuando los vivo, y los disfruto después, cuando los cuento".
Pues algo así me está sucediendo a mí con el viaje a Marruecos... andaba yo sedienta de estas historias... se nota, ¿no?.
jueves, 22 de abril de 2010
Por fin.... alguna foto
Y es que mi cámara de fotos no quiso funcionar en el viaje a Marruecos. No hubo forma. Por lo que tuve que "tirar" de la cámara de mis compañeras de viaje. Y hoy he recibido alguna imagen que vale la pena, aunque aún quedan muchas.
Como muestra un botón. Ésta que os muestro es la de nuestro primer timo de pardillas. Primer día. Plaza Djemm El-Fná (creo). Apenas unas horas después de aterrizar en esa ciudad del color de la arena que es Marrakech. Mujeres por doquier se acercan (nos han visto que tenemos cara de despiste) para proponernos pintarnos las manos con Henna. Conseguimos esquivar a algunas, pero finalmente, los ojos moros de esta bella marroquí capturaron nuestra atención y con ella nuestras manos. Su sonrisa, aunque oculta, quedaba reflejada en aquellos hermosos ojos que no paraban de sonreir con cierta malicia. Finalmente, como justa recompensa a tan laborioso trabajo de cinco minutos, nos pide 120 euros!!.. "no guapa no".. que tan tontas no somos... por pintarnos unas rayitas en la mano... Vamos hombre, que no. Risas... Bueno, nos lo deja en 100 Dirhams... vale, un chollo no?... Sacamos el billete de 100 y la guapa mora se da la vuelta con una sonrisa bajo el velo y unos ojos triunfantes. Nosotras contentas con nuestras pinturas.
Luego diría María que hicimos bien, que no nos arrepintiéramos porque ese dinero serviría para dar de comer a sus hijos.
Bueno, sirve de cierto alivio.
El caso es que después nos enteramos que por dibujos a la Henna mucho más elaborados y grandes, nos cobraban diez o veinte dirhams....
En fin. Todo fuera por aquellas criaturas de dios...
martes, 20 de abril de 2010
Primavera primavera
Lo prometido es deuda.
Tenía que haberle rendido homenaje antes, pero entre unas cosas y otras... A ver si puedo subir estas imágenes en vídeo... es una primera prueba y no quería hacerlo demasiado largo.
Tenía que haberle rendido homenaje antes, pero entre unas cosas y otras... A ver si puedo subir estas imágenes en vídeo... es una primera prueba y no quería hacerlo demasiado largo.
lunes, 19 de abril de 2010
Copio y pego
Ahora que ha llegado la primavera, encuentro un relato que escribí en pleno invierno. Uno de esos días plomizos en donde las ideas se empapan también del color gris del cielo.
Copio y pego.
y prometo que mañana subo unas fotos preciosas de la primavera, que está por todas partes, es una maravilla!.
" A mi lado una señora mayor murmura durante el viaje. Es como si fuera rezando en voz muy baja. Las estaciones se suceden. Miro por la ventana y en el invernadero donde venden flores y macetas, veo a los dos patos en el embalse de agua; los veo ahí todos los días, supongo que el invierno aquí les resulta, a pesar de todo, más benigno que en el norte de Europa.
Mientras la señora reza a mi lado, frente a nosotras un poco más adelante, un hombre y una mujer que podrían ser un matrimonio, hablan en voz alta. Parecen discutir o al menos tener opiniones diferentes con respecto a algo. Ella tiene un rostro sin luz, ojeras y hoy no se ha peinado. Suspira en los silencios. Él parece un poco sordo, quizá por eso gritan.
Llueve, no para de llover. Llueve dentro, llueve fuera. Esta persistente lluvia nos envuelve como una capa húmeda que se pega a la piel
Ella le dice “vamos”. Bajan del tren. La señora a mi lado no para de murmurar. Si está rezando me alegro de que alguien rece, y espero que Dios la escuche. También puede ser que no rece, sino que va relatando a alguien que no veo, aquello que yo misma voy viendo.
La dejo sola cuando me bajo en la siguiente estación. Aunque ahora que lo pienso, también estaba sola cuando yo estaba sentada junto a ella. Y la señora con el rostro apagado y el marido sordo, creo que también estaba sola aunque él fuera con ella. Es esa soledad que llevamos encima cuando la capa húmeda de la lluvia no se despega de nuestro cuerpo… o será que ya estoy delirando porque un goteo constante ha horadado mi cerebro?.... Ah... esta lluvia."
________
Copio y pego.
y prometo que mañana subo unas fotos preciosas de la primavera, que está por todas partes, es una maravilla!.
" A mi lado una señora mayor murmura durante el viaje. Es como si fuera rezando en voz muy baja. Las estaciones se suceden. Miro por la ventana y en el invernadero donde venden flores y macetas, veo a los dos patos en el embalse de agua; los veo ahí todos los días, supongo que el invierno aquí les resulta, a pesar de todo, más benigno que en el norte de Europa.
Mientras la señora reza a mi lado, frente a nosotras un poco más adelante, un hombre y una mujer que podrían ser un matrimonio, hablan en voz alta. Parecen discutir o al menos tener opiniones diferentes con respecto a algo. Ella tiene un rostro sin luz, ojeras y hoy no se ha peinado. Suspira en los silencios. Él parece un poco sordo, quizá por eso gritan.
Llueve, no para de llover. Llueve dentro, llueve fuera. Esta persistente lluvia nos envuelve como una capa húmeda que se pega a la piel
Ella le dice “vamos”. Bajan del tren. La señora a mi lado no para de murmurar. Si está rezando me alegro de que alguien rece, y espero que Dios la escuche. También puede ser que no rece, sino que va relatando a alguien que no veo, aquello que yo misma voy viendo.
La dejo sola cuando me bajo en la siguiente estación. Aunque ahora que lo pienso, también estaba sola cuando yo estaba sentada junto a ella. Y la señora con el rostro apagado y el marido sordo, creo que también estaba sola aunque él fuera con ella. Es esa soledad que llevamos encima cuando la capa húmeda de la lluvia no se despega de nuestro cuerpo… o será que ya estoy delirando porque un goteo constante ha horadado mi cerebro?.... Ah... esta lluvia."
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jueves, 15 de abril de 2010
Hoy me apropio de otras palabras
Porque estoy de una pereza supina... o porque el viaje me ha dejado cargada de ganas de seguir sin hacer nada productivo, más que vivir, que no es poco. Aunque esa tarea esté un tanto desprestigiada últimamente...
Y como digo, estoy vaga, entro al rinconcito personal de una amiga lejana, y copio sus palabras porque reflejan quizá un momento igual que el mío, o un pensamiento igual que el mío o unas dudas iguales a las mías...
Gracias Heidi, y con tu permiso:
" Hay calor en el aire, tensa calma se cuece. Tengo fiebre, lo sé, podría estar desvariando, así que nada de lo que digo es cierto. Los días se juntan y solo retazos se escriben, parece un campo en construcción, pero no se levantan edificios. Se ve una batalla en el horizonte y cada uno la lleva por separado. Hay cimientos pequeños, aldabas que no calzan, garabatos. Confirmo, tengo fiebre, disculpen, quien escribe es otra pues comí brócoli y no consumí mis píldoras contra la esquizofrenia.
I
Sin embargo, hoy sólo soy yo, no sólo se trata de vos
y quiero besar, pero me cuesta/
y quiero llorar, pero ya lo hice durante sus días/
y quiero gritar, pero no hay gritos, ni siquiera se necesitan/
y quiero tomarme los días para poder olfatear algún camino.
Supongo que tiene que ver con que,
a vos te duele, a mi me duele, a ellos les duele, a todos nos duele y
quizá ninguno sepa por qué, puesto que todos tenemos un pedazo de la historia
en sitios separados.
Eso hoy.
Otro día más.
Besos
Y como digo, estoy vaga, entro al rinconcito personal de una amiga lejana, y copio sus palabras porque reflejan quizá un momento igual que el mío, o un pensamiento igual que el mío o unas dudas iguales a las mías...
Gracias Heidi, y con tu permiso:
" Hay calor en el aire, tensa calma se cuece. Tengo fiebre, lo sé, podría estar desvariando, así que nada de lo que digo es cierto. Los días se juntan y solo retazos se escriben, parece un campo en construcción, pero no se levantan edificios. Se ve una batalla en el horizonte y cada uno la lleva por separado. Hay cimientos pequeños, aldabas que no calzan, garabatos. Confirmo, tengo fiebre, disculpen, quien escribe es otra pues comí brócoli y no consumí mis píldoras contra la esquizofrenia.
I
Sin embargo, hoy sólo soy yo, no sólo se trata de vos
y quiero besar, pero me cuesta/
y quiero llorar, pero ya lo hice durante sus días/
y quiero gritar, pero no hay gritos, ni siquiera se necesitan/
y quiero tomarme los días para poder olfatear algún camino.
Supongo que tiene que ver con que,
a vos te duele, a mi me duele, a ellos les duele, a todos nos duele y
quizá ninguno sepa por qué, puesto que todos tenemos un pedazo de la historia
en sitios separados.
Eso hoy.
Otro día más.
Besos
domingo, 4 de abril de 2010
Marruecos
Dentro de unas horas salgo de viaje. Por primera vez tras varios años "parada"... aunque eso no sea del todo cierto. También he viajado de otra forma con Andoni, principalmente por Europa.
A la 1.30 de la madrugada cogeré un bus destino Madrid para coger un avión destino MArrakech.
Será sólo una semana... pero este viaje tiene el aire de aquellos otros viajes que me daba el gustazo de realizar... cuando todavía tenía alas y poca cabeza.
Así que voy de viaje. De nuevo. Con mi mochila, con unos años más, con algo más de miedo, con algo más de espectación por lo que me puede enseñar; siendo consciente de que algo me va a enseñar.
Marruecos por una semana. Un soplo.
Un cambio... ese cambio que tantas veces pedimos a gritos. Mientras, aquí se quedará cuidando el día a día Andoni, ese Andoni del paso de los días al que también me voy acostumbrando, igual que me acostumbro a ésta nueva Iraide que adorna sus días con la poca o mucha experiencia que le van dejando los años. "Cuando te hagas mayor..." nos decían... pues a veces siento que me he hecho mayor.
Por eso viajes como éste nos acercan de nuevo a esa, ese que siempre soñamos y que tan sólo a ráfagas pudimos ser. Es bueno volver a verle!. Porque no hay que olvidarse del todo, nunca, de uno/a mismo/a.
Feliz viaje! Feliz estancia! y Feliz "quedancia"!
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