viernes, 22 de junio de 2012

Crisis vs Crisis


Erik Erikson, piscólogo alemán (1902-1994) propone la idea de la “crisis vital normativa”, refiriéndose a las tareas propias de cada etapa de la vida. Asume que cada crisis nos dirige a un desenlace exitoso, facilitando nuevos desarrollos.


Esto es así tanto para los seres humanos en su devenir diario, como para el mundo actual, que se contempla muchas veces con estupor, con impotencia ante el creciente aumento de los problemas laborales, económicos y sociales.

Siendo así, quizá habría que replantearse las alternativas actuales y empezar a creer que todo ser, y el planeta con sus siete mil millones de personas lo es - ¿alguien lo duda? - pasa por diversas crisis a lo largo de su historia, que si son llevadas y asumidas con inteligencia, derivan en un crecimiento y desarrollo que potencian sus cualidades intrínsecas.

Como dice el refrán “A veces las cosas se complican antes de ponerse mejor”.

Hay que poner manos a la obra. Dejar las frases derrotistas a un lado. Apartar de la mente el sentimiento de injusticia paralizante que nos abotarga. Asumir que el ser humano tiene en sus manos su presente, y con él su futuro. Dirigir todo el esfuerzo hacia un cambio pequeño; porque producir un pequeño cambio en el ámbito personal llevará a que otro cambio tenga lugar, y ese impulso será contagioso.

Mario Alonso Puig, autor de "Reinventarse. Tu segunda oportunidad" dice : "Aceptar la realidad impulsa a la acción. En cambio, la resignación suele conllevar una pasividad dolorosa" . Y es precisamente esa pasividad la que deja huella en el día a día. A la par que la pasividad y la rutina entran a formar parte de la vida del ser humano, éste va perdiendo paulatinamente la fe en sí mismo y por añadidura en quienes le rodean. El potencial del ser se diluye y deja paso a la comodidad de saberse seguro en una situación que en muchas ocasiones no es la más deseada, pero en cambio es la que ofrece la tan ansiada seguridad, si no la máxima, al menos la más controlable. Porque, no hay que llevarse a engaño, es la seguridad lo que se busca, la rutina de lo conocido donde se despliega el control y el orden en el que uno/a se siente cómodo, a pesar de todo.

Pero, ¿qué pasaría si se dejara esa zona de comodidad para aventurarse en lo desconocido?. Que todo empezaría a moverse. Que se pasaría de esa zona de confort aletargante, a la zona en la que las cosas suceden. Se pasaría de formar parte de una "cadena de producción" a ser parte del "departamento creativo".

Sin duda, en gran medida interesa que las personas permanezcan hipnotizadas ante los avances tiranos de las políticas de mercado; las personas y sus haberes-deberes han pasado a ser sólo un concepto económico más y conviene manternerlas ajenas a los quehaceres de quienes mueven los hilos del mundo. No significa esto que haya que destruir el mercado, sino más bien construir un mercado más humano en donde tengan cabida de nuevo los valores que se han ido perdiendo, y que dieron forma a la Carta de los Derechos Humanos, firmada el 26 de junio de 1945. Así que es hora de poner manos a la obra y dar un paso en otra dirección. El intelecto aletargado, la voluntad aletargada, impiden tomar decisiones creativas que cambien la propia vida, que cambien el Sistema en algo que sea más humano y menos monstruo.

Álex Rovirá, en su libro "La Buena Crisis", menciona: "Actuar no sólo cambia el mundo, sino que también nos cambia a nosotros. (...) La acción nos hace sentir vivos. Es la única esperanza que cuenta: la que nos permite mantenernos activos y lúcidos, y no la que nos induce a esperar".

Pues eso. ¿Usted qué hace? ¿se mueve o espera?   ...