domingo, 7 de noviembre de 2010

Mandalas

Este día de lluvia ya me ha empapado suficiente. La tarde la pasamos en casa, al "calor del hogar", o de la calefacción, escuchando la lluvia golpear sobre el suelo de la terraza o en los cristales. De hecho, ahora mismo parece que cae el cielo sobre el tejado.

Te digo que me gustaría salir a la calle y mojarme, recibir la lluvia y alegrarme por sentirla, en vez de escapar de ella como hacemos siempre. Je, pero no lo hago, no quiero mojarme... (a ver si entiendes tú eso) o quizá si te diera un ataque de locura, yo te seguiría y lo pasaríamos pipa. Ay, la edad, qué aburridos nos vuelve, porras.

Hoy toca un mandala. Haré mi sesión de meditación y relajación y dormiré después como los ángeles hasta mañana a las 7.30.

Hace tiempo que quería subir un mandala para compartir contigo la belleza de esas figuras y la fascinación que ejercen. En el post anterior subí uno, y ahora subiré otros ejemplos. Hay cientos, miles de ejemplos, y tú puedes hacer los tuyos; es un ejercicio interesante.

Si no sabes de qué hablo, te ofrezco un breve resumen para orientarte:

"En términos religiosos, el mandala representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. La experiencia de realizar un viaje espiritual en un lugar sagrado forma parte de una de las principales concepciones religiosas del budismo. Así el mandala es un símbolo de crecimiento espiritual cuyo punto central es la mente. La relación que se establece a través de la contemplación de la geometría del mandala incita a un estado de meditación que ayuda a explorar los rincones de la psique. Los mandalas se describen como diagramas del cosmos en un sentido externo y en un sentido interno como guías hacia prácticas de meditación"

No soy budista, pero me encanta la calma, ¿a tí no?.

Salud y una sonrisa. Con gotas de lluvia.


De la artista israelí Ofira Oriel

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