... Sucedió ya hace varios años. Hoy lo he vuelto a recordar al encontrarme en la calle con alguien que me ha parecido él, pero no era él.
Por aquella época trabajábamos juntos. Era algo más joven que yo y estaba lleno de energía y vitalidad. Le acompañaba siempre una pícara sonrisa ladeada y tenía unos hermosos ojos claros.
Entramos en la misma promoción y aunque superficial, siempre tuvimos buen trato. Pero aquel trabajo se volvió un auténtico infierno y cada uno a su manera, empezaba a buscar válvulas de escape que le mantuvieran firme y con ganas de seguir. Yo encontré entonces su sonrisa y quise atarme a ella para coger fuerzas y no flaquear. Lo conseguí un tiempo, después todo cambió: el destino, el trabajo, la gente, la vida...
Recuerdo que aquel día le veía ir y volver, y en mis idas y vueltas también, nos encontrábamos y nos sonreíamos. Yo hacía lo posible por volver a encontrarle y volver a ver sus ojos mirándome una vez más... hasta que no pude con las ganas. Cuando ví que nadie nos veía, me acerqué a él, le pillé por sorpresa y tras mirarnos unos instantes, le besé en la boca. Me devolvió el beso, (o es quizá se quedó demasiado pasamado como para reaccionar de otro modo) y en cuanto fui consciente de lo que había hecho, desaparecí como alma que lleva el diablo y no volví a aparecer por la zona en el resto del día.
Claro que, aquello merecía una explicación por mi parte. Así que compré una pequeña rosa roja y entregándosela, aquella noche me disculpé. Su respuesta no pudo ser más dulce, le pareció que aquel beso había sido un regalo... como la rosa.
Al día siguiente partía de viaje hacia Italia para quedarse un año. Nos despedimos y le deseé lo mejor.
Años después volvímos a vernos. Cada cual con su pareja. Y seguía siendo aparentemente el mismo, con la misma sonrisa pícara y sus hermosos ojos claros.
Mi madre siempre me ha dicho que debería escribir un libro acerca de los hombres de mi vida... je, entre tú y yo, tengo material para un buen tomo...
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Sería un libro interesante! Incluye otros hombres en la vida de una mujer, o solamente las parejas?
ResponderEliminarLos besos robados siempre tienen un sabor especial. La sorpresa, la falta de preparación, o lo que sea...
Un beso!
que deliciosa osadía, me ha encantado esa faceta tuya
ResponderEliminarsí, a veces soy demasiado osada... o quizá lo fuera antes, cuando era más joven. De cualquier manera, tengo historias de todo tipo, no me creeríais!. Un día os contaré mi aventura con 007.
ResponderEliminarBesos
Iraide..la Mujer del Beso Agazapado jajajaja, que sería de la vida sin esos momentos de cordura!!!
ResponderEliminarSi te decidís a escribirlo, yo te hago las ilustraciones :)
Un abrazo...por las dudas jajajaja
Jajaja... vale, también me gustan mucho los abrazos.
ResponderEliminarTe tomo la palabra con eso de las ilustraciones.
Otro abrazo.