domingo, 5 de septiembre de 2010

Creer en lo imposible

No hay nada imposible. Luego es un sinsentido poder creer en algo que no existe. Y en cambio, es algo que debemos repetirnos más de lo que lo hacemos, porque sencillamente, todo puede lograrse si nos ponemos manos a la obra.

Decía William Blake: "Todo aquello que hoy es una realidad, antes no era más que parte de un sueño imposible". Puedo dar multitud de ejemplos, pero creo que no hace falta; puedes pensar en casi cualquier cosa para darte cuenta de que lo que dice es cierto.

En Alicia a través del espejo, el genial Lewis Carrol escribe:
- No puedo creerlo - dice Alicia
- ¿No puedes?- repite la reina con un aire triste - inténtalo de nuevo: respira hondo, cierra los ojos y cree.
Alicia se ríe:
- No sirve de nada intentarlo. Solamente los tontos piensan que las cosas imposibles pueden suceder.
- Creo que te falta un poco de práctica - responde la reina - Cuando yo tenía tu edad, practicaba media hora al día por lo menos: inmediatamente después del café de la mañana, hacía lo posible por imaginar cinco o seis cosas increíbles que pudieran cruzarse en mi camino, y hoy veo que la mayoría de las cosas que imaginé se han hecho realidad.

Cuando parece que todo a nuestro alrededor se ha convertido en un escenario de cartón-piedra, que nada nos complace lo suficiente, que todos son caminos de engaño o frustraciones... cuando el mundo a nuestro alrededor parece decirnos que no merece la pena creer en nada... es cuando más debemos hacer precisamente lo contrario. Porque creer, tener confianza y atreverse, atreverse a ser, a decir, a pensar, a actuar, es precisamente y sólo, lo que nos da fuerzas, lo que nos da sentido y lo que transforma las cosas que nos rodean. Lo que nos transforma a nosotros/as de unos seres casi inanimados, en seres con vida y con todas las posibilidades a nuestro alcance.

Porque es en nosotros donde radica la verdad y el encuentro... es una lástima que no nos enseñen a buscarlo y que hacerlo parezca una utopía.

No lo es. Créeme.

2 comentarios:

  1. Este penúltimo párrafo me parece encantador, por llamarlo de alguna manera. Suelo pensar que cuanto más hundido se encuentra uno, salta siempre algo que se llama esperanza y aunque al principio a veces no le tomemos la mano, si se logra es el boleto hacia algún otro lugar.
    besos

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  2. Así es Iraide, pero pocos tienen el valor de hacerse cargo de ser los directores de la película de terror que viven día a día. Cuántos dedican al menos 5 minutos por día a soñar vívidamente lo que más desean con el corazón y la convicción de estarlo materializando?
    Absolutamente todo lo que nos rodea, desde una lamparita a una obra de arte, fue el sueño de alguien que ingnoró a todos los que lo llamaban "loco".
    La utopía es la zanahoria para cumplir con lo que vinimos a hacer en esta vida.

    Un beso grande! :)

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