jueves, 30 de septiembre de 2010

La señora Aurora

Aurora es pequeñita, delgada y vieja. En su pequeño cuerpo lleva la vida de 87 años, con furia, con energía, y con dolor. Porque pienso que Aurora ha estado llorando toda la vida. LLora por su hermano muerto, llora por su madre muerta, llora por su perra vida, y llora por su sobrina, que está, esa sí, aún viva. Todos los días, después de levantarse, lavarse y desayunar, coge su bastón y, tambaleándose, camina hasta el cementerio, donde se pasa un rato rezando, limpiando, regando las flores, y llorando. LLora por su hermano muerto, por su madre, por su perra vida, y porque no puede dejar de llorar. Y ahora se llevan el cementerio, sí, se lo llevan para hacer otro más grande y moderno. Pero ¿qué hará ella? ¿cómo llegará hasta allí cada mañana?, ¿quién cuidará las tumbas de su gente?

Apareció en mi vida un día, y al verla sentí ternura por ella. Con el tiempo ha pasado a ser mi amiga octogenaria, como dice mi hermano. Hay quien la llama vieja loca. Hay quien cambia de acera al verla pasar. Será porque además de llorar, escupe por la boca palabrotas propias de chicos de quince años, tiene tal genio que no hay nadie en el pueblo que no haya oído hablar de ella. Pero si se la conoce un poco, se descubre un destello de humor, una sonrisa de complicidad que le quita de pronto años de encima. Y me admiro de su fuerza, de su voluntad y su soledad de 87 años. Veo en ella a una mujer que brazada tras brazada ha avanzado por la vida como mejor ha sabido. Siempre sola, y llorando. Mujer cabezota, mujer triste, mujer al fin y al cabo.

Hoy la he visto. Dejo que me cuente, dejo que consuma su rabia y hable de bestias y brujas malnacidas, dejo que llore. Y tan pronto como llora, se calma, se va, y con su viejo bastón camina levantando la mano mientras se despide ofreciendome una sonrisa.

La vieja Aurora.

4 comentarios:

  1. Yo soy igual, todos lo somos. Luego de llorar somos más tranquilos, más humanos.

    ResponderEliminar
  2. Será que somos algo como la Vieja Aurora... la comprendo

    ResponderEliminar
  3. en el fondo, ¿en qué somos diferentes todos?. YO YO YO YO.... no hay YO que valga, en realidad ese YO es puro espejismo.

    ResponderEliminar