miércoles, 27 de enero de 2010

Sí, creo que podemos elegir

El caso es que sigo pensando que sí podemos elegir. ¿qué sentido tendría entonces este cerebro para pensar y este corazón para sentir? ¿qué sentido tendría poder Ser y saber Ser ?

Sostenía hace unos minutos una amiga mía, que las situaciones en la vida nos vienen dadas y no podemos escapar a ellas. Nos toca lo que nos toca porque está escrito y Dios allá arriba así lo ha decidido. A eso le llamo yo puro Determinismo.

Por lo que sé, la corriente Determinista defiende que "nuestra vida está regida o fuertemente determinada por circunstancias que escapan a nuestro control", digo yo que de esa manera nadie sería responsable, en última instancia, de lo que hace o deja de hacer ya que cualquier cosa que ocurra estaba ya determinada con anterioridad. Apuesto a que eso no lo firmas ante un abogado...

Bueno, la opinión de mi amiga, que es la misma que tiene mucha gente, es sin duda una opinión muy respetable pero que no comparto. Creo que la vida nos presenta historias y nosotros/as decidimos qué hacer con ellas. Sin contar en esto aquellas situaciones lógicamente en las que directamente no tenemos nada que ver: ¿Podemos elegir la muerte?. Oiga sí, podemos elegir la muerte si la provocamos, pero naturalmente no cuando ésta llega sin avisar, de forma natural, como debe ser. Yo no puedo imaginarme un mundo en el que todo esté dicho de antemano, decidido antes de que ocurra y que cualquier cosa esté inevitablemente “contaminada” por el determinismo. No amiga mía, yo no quiero un mundo así ni creo en él.

Ayer pude decidir qué camino tomar. Y espero poder decidir mañana qué camino seguir. A veces pensaré que he acertado y otras que me he equivocado, pero siempre que ha sido lo que quería hacer. Porque de eso se trata, de que vayamos construyendo nuestra vida de a poquitos, haciendo borrones a veces y partituras de música otras.

Tú me dices entonces que lo que tenemos es lo que necesitamos, aunque no lo sepamos. Y eso es demasiado liado para ser entendible. ¿Lo necesitamos pero no lo sabemos? ¿lo queremos pero no lo necesitamos? ¿No lo queremos pero lo tenemos?... ¿Por qué cuando se quiere aprender todo parece tan complicado?.

Tú me hablas (aunque no lo dices) de los hechos que han llegado a tu vida y que no has elegido. Hechos que hubieras preferido que nunca ocurrieran, pero ahí llegaron y te vapulearon. Yo te hablo de esos que te brindó la vida y a los que dijiste “no” y aquellos a los que le echaste valor y saliste ganando. Y así aprendemos supongo, ¿no se trata en realidad de eso?

En lo que a mi respecta, sí, ahora estoy en un nuevo camino de aprendizaje, en esta vida mía que he ido eligiendo, con más y menos acierto. Como te he dicho, creo que mi existencia a veces está “desajustada” con el resto de los mortales, como una emisora mal sintonizada…. Pero lejos de querer huir, aunque lo parezca, quiero saber. Saber. Y ser yo misma, lo primero, aunque ello suponga batacazos y malentendidos. Y alegrías también, para qué negarlo.

Si sólo se me quitara este miedo…

Quizá algún día pueda pintar en el lienzo de la vida, en un costado, una pequeña obra de arte…

Esto es todo por esta noche. Me voy a dormir.

Un gran beso, amiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario