miércoles, 28 de abril de 2010

Se me olvidó titularlo !... pues así queda.

Hace tanto calor que tengo que bajar el toldo para crear algo de sombra; con la puerta entreabierta entra al menos una suave brisa. El ritmo a estas horas de la tarde se ralentiza en la calle, apenas unos coches... un niño gritando en algún balcón... los pájaros que van y vienen; algunas voces que se cuentan... y yo aquí delante del ordenador, aprovechando los pocos minutos que me quedan antes de continuar la jornada.

Y las oigo de nuevo:

- ¿Alguna vez has dormido bajo las estrellas?
- Hm... no lo recuerdo... sí recuerdo en cambio algunos momentos bajo las estrellas.
- Bueno, no hace falta que seas muy explícita.
- Oh no, jaja... no te preocupes, no pensaba en algo escandaloso ni nada por el estilo. Pensaba en una noche que una amiga y yo cogimos una colcha de la cama y subimos a un pequeño monte, junto a una ermita, donde nos tumbamos a ver la lluvia de estrellas. Era verano y hacíamos el Camino de Santiago.
- Suena bien.
- Sí. Fue una bonita experiencia. Realmente no es que yo hiciera el Camino, sólo la acompañé durante unos días. Fue divertido porque algunas etapas decidimos hacerlas a dedo.. la gente se reía. Flipaban con nostras "menudo morro" nos decían cuando nos cogía algún coche... jaja...
- Claro, así también lo hago yo!
- Normal. Pero entonces era sólo cuestión de divertirse. Aquella etapa estábamos en Burgos y nos desviamos hacia Atapuerca porque queríamos ver las cuevas y el yacimiento arqueológico.
- Un sitio precioso y muy interesante, ¿verdad?
- Absolutamente. Fue genial. El sitio, la historia, el día completo... genial. Y como te digo, aquella noche había lluvia de estrellas así que decidímos salir y tumbarnos en la hierba. Estuvimos más de una hora viendo el espectáculo... una estrella tras otra, pasaban en un abrir y cerrar de ojos, otras se demoraban más... tantas estrellas allí arriba... ni te imaginas a no ser que lo hayas visto. Y todo eso acompañadas por el silencio, la paz que nos rodeaba... y aquel espectáculo. Impagable.
- Dormiste de maravila aquella noche.
- Sí... Bendita paz. Déjame decirte una cosa: No hay nada como estar en paz con una misma y con el mundo, ¿no crees?.
- Amén!

2 comentarios:

  1. entonces con que andas escuchando conversaciones de otros... hummm, qué bien!!!!

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  2. Son otros "yo" que llevo dentro hermosa.

    Parece que la terraza y la primavera me han inspirado... y todavía sigo!

    Besos

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